HERENCIA DE SAMURAI - KAPPO (I)

HERENCIA DE SAMURAI
KAPPO (I)

"Sappo" 
El término sappo significa literalmente “método para matar”. Este es el fin último, salvo en el ju-jutsu, de las artes marciales tradicionales del Japón. El sappo en el ju-jutsu era: llevar al enemigo a un estado de pérdida de conocimiento por atemi, estrangulación o, en su caso, reducirlo mediante luxación, proyección o inmovilización, para neutralizar su agresividad, sin necesidad de matarlo(*).

(*) Sobre todo, en el periodo Edo, en que perdura la paz en todo el país durante casi tres siglos y por la influencia de la filosofía Zen, los samurais consideraban que quitar la vida de prójimo era un acto de menosprecio e innecesario.

 "Kappo"
En su sentido más amplio, se refiere a todos los métodos contrarios a lo que significa el sappo. En un sentido estricto, es un método de la reanimación, cuyas raíces se remontan al período de las guerras entre los señores feudales. Entonces las artes marciales estaban compuestas por el sappo (método de matar) y el kappo (método de reanimación). El sappo era la cara externa (omote) y el kappo la cara interna (ura).
El sappo fue transmitido hasta hoy, bajo el nombre de ko-bujutsu(*). Por otra parte, la mayoría de los métodos kappo quedaron enterrados en el olvido, y sólo no ha llegado una pequeña parte.

(*) ko-bujutsu; las artes marciales tradicionales del Japón.

El kappo se aplica para la reanimación y el tratamiento de heridos, pero ¿por qué se desarrollaron paralelamente estos métodos para curar y para matar? Para sobrevivir en aquella época feudal, los entrenamientos de las artes marciales debían ser intensos y muy duros; por consiguiente, había muchas lesiones. En aquel tiempo no se disponía de infraestructuras sanitarias, y las lesiones tenían que ser atendidas por el maestro o compañeros del mismo dojo.
Los samurái heridos estaban obligados a regresar al campo de batalla lo antes posible. Un ejército que no recuperara rápidamente toda su fuerza militar, podría verse condenado a la derrota. Las artes marciales y la medicina, eran las dos caras de una misma moneda en la realidad cotidiana de la vida de los guerreros samurái.

postado SHU TAIRA (tirado do facebook)