GRANDES MAESTROS
Tatsukuma Ushijima (1904 – 1985) - 1
Su incomparable fortaleza física y su carácter bravo es legendario. Le apodaban «el hombre demoníaco», «el hombre invencible», «el tigre feroz», etc. Se dice, que solo deslumbrados por sus ojos ,como de un águila, los adversarios se sentían poderosamente amenazados …
Su programa de entrenamientos empezaba arrastrando un rodillo de 60 kg y levantaba repetidamente una piedra de gran tamaño, estrellando luego su cuerpo contra un árbol gigante. Finalmente, hacía mil uchikomis de seoi-nage atando el cinturón sobre ese árbol …
En las vísperas de sus competiciones tomaba sangre de tortuga y subía al tatami con polvo de víbora en la boca. En el instante en que el árbitro anunciaba el comienzo del combate, corría hacia el contrincante para atacarle ferozmente sin cesar … este era el credo de su judo. Tal espíritu de lucha lo trasmitió después a Masahiko Kimura, su discípulo más querido.
En el torneo de Tenran * de 1934, Ushijima se encontraba enfermo de hepatitis y perdió 9 kg de peso. Tenía dificultades hasta incluso para andar ... Por su fervoroso deseo de superar esta crisis quiso hacer la meditación zen durante un mes en la misma cueva que había utilizado el famoso espadachín Musashi Miyamoto (1583-1645). Esta fue una sublime decisión de Ushijima para vencer sus dificultades, pues todo el mundo comentaba que si no estuviése enfermo la victoria para él era indiscutible.
(*) Tenran Yiai, es la competición presenciada in situ por el emperador
postado no Facebook por SHU TAIRA
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